Ph.D. Felix Augusto Cardona Olaya

Director programa Diseño Visual

Institución Universitaria Antonio José Camacho

 

En el campo de la formación universitaria, se ha planteado la importancia de vincular a las ciencias sociales y a las humanidades los programas de diseño visual y afines. Por tanto, se hace necesario que La Asociación Colombiana de Facultades de Humanidades y de Ciencias Sociales -ASOCOLFHCS- en su intención de promover la gestión de proyectos para la consolidación y dignificación de los profesionales de estas áreas del conocimiento, que establezca una reflexión sobre la enseñanza del diseño dentro de las ciencias sociales y humanas, sobre todo en contextos como el colombiano, donde existen problemáticas de índole sociocultural que afectan otras dimensiones como la económica o política. 

 

Dado que es a través del diseño, que tanto estudiantes como profesionales pueden desarrollar herramientas para analizar, interpretar y comunicar problemáticas sociales complejas de manera accesible y flexible ya que lo visual, lo gráfico, lo que imprime sensaciones agradables o a veces desagradables, permite una mayor cobertura para que las personas creen conciencia y promuevan cambios sociales. 

 

En áreas tan sensibles como la Construcción de Identidad y Memoria Colectiva, en un contexto marcado por la diversidad cultural y una historia de conflicto, el diseño como disciplina de las ciencias sociales desde su dominio visual permite explorar y representar identidades colectivas y memorias que, muchas veces, no tienen espacio en los relatos oficiales. Al trabajar en proyectos que reflejen la identidad cultural y la memoria colectiva, los diseñadores pueden influir en la construcción de una identidad nacional más inclusiva. 

 

En esta misma línea, con la creación de estos relatos se facilita el Diálogo Social entre sectores diversos y a veces antagónicos. Ya que la narrativa del diseño visual, al utilizar símbolos, gráficos y experiencias hace que todos sea más comprensibles por lo cual facilita la creación de mensajes que pueden llegar a una audiencia amplia y fomentar un diálogo inclusivo y crítico, apoyando procesos de paz y reconciliación. 

 

Ejemplo de ello lo tenemos con la intervención en el Espacio Público, donde desde la conceptualización del diseño visual en espacios públicos ha logrado la materialidad en murales, grafitis y/o carteles una herramienta de comunicación poderosa para abordar temas como la injusticia social, la desigualdad y el empoderamiento comunitario. Estas intervenciones fomentan el sentido de pertenencia y pueden tener un impacto directo en la mejora del tejido social y educan a la población sobre temas de interés como los derechos humanos hasta el cuidado ambiental.

 

Este enfoque contribuye a la creación de una sociedad más consciente y participativa en la resolución de sus problemas, de allí que ASOCOLFHCS en sus líneas de acción, debe procurar que la relación entre diseño visual y ciencias sociales y humanas fomente un enfoque crítico y proactivo tanto en estudiantes, académicos y profesionales que permita promover un diseño comprometido con el cambio social.  Tal y como lo hace en espacios tan interesantes como La Catedra, por ello invito a que se contemple esta relación para próximas versiones.

La IV Cátedra de la Asociación Colombiana de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales (ASOCOLFHCS) se celebró el pasado 27 de septiembre en la Corporación Universitaria Americana de Barranquilla. Este evento reunió a destacados académicos con el propósito de reflexionar sobre los desafíos que trae consigo la inteligencia artificial en áreas tan diversas como la ciudadanía, la gobernanza y la ética. Con la participación de expertos como Fernanda Pattaro Amaral, Erick Manuel Rubio, Breitner Piedrahita Pérez, Oscar David Meza Bertel y Orlando Javier Higuera Torres, la discusión se centró en cómo la IA está transformando tanto el panorama social como el académico en Colombia.

Uno de los temas más relevantes fue la reflexión de Fernanda Pattaro Amaral sobre el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, analizado desde la perspectiva del feminismo institucional y la estética democrática. Amaral destacó cómo la inclusión de mujeres en puestos de poder en el actual gobierno refleja una transformación en el discurso político, enfocada en responder a las demandas de género. Sin embargo, la ponente subrayó que, a pesar de esta representación estética del feminismo en el gobierno, persisten profundas barreras estructurales en términos de movilidad social y equidad de género.

Por otro lado, Erick Manuel Rubio presentó una visión amplia sobre el impacto de la inteligencia artificial en la construcción de ciudadanía y su papel en la gobernanza. Rubio señaló que la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la toma de decisiones en sistemas sociales complejos, al permitir una gestión más eficiente de grandes volúmenes de datos. No obstante, también advirtió sobre los riesgos asociados, como la desinformación y la pérdida de privacidad, resaltando la necesidad de que los ciudadanos adquieran competencias digitales sólidas para poder interactuar de manera efectiva y responsable con las nuevas tecnologías.

Oscar David Meza Bertel aportó una perspectiva legal, centrando su intervención en las implicaciones de la inteligencia artificial dentro del sistema judicial colombiano. Si bien tecnologías como las Legal Apps ya se están utilizando para agilizar ciertos procesos judiciales, Meza Bertel alertó sobre la falta de un marco regulatorio adecuado para estas herramientas. Insistió en que, aunque la IA puede optimizar la eficiencia en los despachos judiciales, las decisiones más cruciales deben mantenerse en manos humanas para garantizar que se actúe con la ética y el discernimiento necesarios.

Breitner Piedrahita Pérez continuó la discusión al destacar la importancia de las competencias digitales en la era de la inteligencia artificial. Según su análisis, en un entorno cada vez más digitalizado, es fundamental que tanto los profesionales como los ciudadanos estén preparados para manejar las herramientas tecnológicas disponibles.

Piedrahita mencionó ejemplos concretos, como Fliki y TTSMAKER, plataformas que están transformando los métodos de enseñanza y la forma en que se accede al conocimiento. Sin embargo, también advirtió que el uso de estas herramientas requiere un aprendizaje continuo, ya que la IA no solo se trata de innovación, sino también de saber cómo aprovechar su potencial de manera efectiva.

Por último, Orlando Javier Higuera Torres, de la Universidad Tecnológica de Bolívar, presentó la ponencia Inteligencia artificial y seguridad global: retos y perspectivas para Colombia. Higuera destacó cómo la IA está cambiando el panorama de la seguridad global y señaló los desafíos que representa para Colombia en términos de implementación y regulación. También subrayó la importancia de desarrollar un enfoque estratégico que permita al país aprovechar los beneficios de la IA en la seguridad, al tiempo que se gestionan los riesgos y se promueve una utilización ética y responsable de esta tecnología.

Al finalizar el evento, quedó claro que el diálogo entre las humanidades y la inteligencia artificial es más relevante que nunca. A lo largo de las ponencias, se evidenció que, aunque la IA ofrece oportunidades para transformar las dinámicas sociales y políticas, también plantea retos éticos que no pueden ser ignorados.

Los expertos coincidieron en que el desafío más grande radica en garantizar que estas tecnologías se utilicen de manera equitativa, promoviendo la inclusión y la justicia social. Así, las humanidades desempeñan un papel crucial para guiar este desarrollo, aportando una reflexión crítica y ética que asegure que la tecnología sirva a los intereses más profundos de la sociedad.

En el marco del reciente Encuentro Regional de la Asociación de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales, surgieron importantes discusiones sobre la relación entre las humanidades y la inteligencia artificial (IA), un tema que ha ganado relevancia en los últimos años debido al avance de las tecnologías disruptivas. Este diálogo se centró en los desafíos, oportunidades y responsabilidades compartidas por ambas áreas del conocimiento, destacando la necesidad de una visión interdisciplinaria para enfrentar el impacto social, cultural y ético que la IA está generando en nuestras sociedades.

 

Uno de los puntos más debatidos fue la capacidad de la inteligencia artificial para transformar no solo los procesos productivos y científicos, sino también la manera en que entendemos al ser humano, la cultura y la sociedad. Si bien la IA está diseñada para imitar o mejorar ciertas funciones cognitivas, su aplicación en campos tradicionalmente humanísticos, como el análisis de textos literarios, la preservación del patrimonio cultural o la enseñanza de lenguas, plantea nuevas preguntas sobre el papel de las humanidades en este contexto.

 

Durante el encuentro, se subrayó que las humanidades ofrecen un marco crítico esencial para la comprensión y desarrollo de la inteligencia artificial. El estudio del lenguaje, la ética, la historia y la filosofía proporciona herramientas valiosas para interpretar los impactos de estas tecnologías en nuestras vidas. Por ejemplo, los dilemas éticos asociados con la toma de decisiones automatizada y la creciente influencia de los algoritmos en nuestra cotidianidad requieren no solo un análisis técnico, sino también una reflexión profunda desde las humanidades.

 

En este sentido, la convergencia entre ambas disciplinas se plantea como una oportunidad para generar un diálogo fructífero. Las humanidades pueden nutrir el desarrollo de la IA al proporcionar una comprensión más profunda de los valores humanos, la complejidad del comportamiento social y los aspectos culturales que deben considerarse al diseñar sistemas inteligentes. Al mismo tiempo, la IA puede ofrecer a las humanidades nuevas herramientas para expandir su campo de estudio, facilitando el análisis de grandes volúmenes de información y permitiendo explorar patrones y conexiones que de otro modo quedarían invisibles.

 

Sin embargo, el encuentro también dejó en claro que esta relación no está exenta de tensiones. La acelerada adopción de la IA en diversos ámbitos ha generado preocupación sobre la posible deshumanización del trabajo académico y la reducción de las complejidades humanas a simples datos procesables. En respuesta, se hizo un llamado a la comunidad académica para que las humanidades mantengan su rol crítico, no solo como analistas de la tecnología, sino como defensoras de la diversidad cultural, los derechos humanos y la dignidad individual en un mundo cada vez más dominado por la automatización.

 

En conclusión, el encuentro regional de la Asociación de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales evidenció la creciente importancia de la colaboración entre las humanidades y la inteligencia artificial. Si bien la tecnología plantea retos inéditos, también abre la puerta a nuevas formas de entender y abordar la realidad. Las humanidades, con su capacidad para ofrecer una reflexión crítica, ética y cultural, son esenciales para guiar el desarrollo y la implementación de la IA, asegurando que esta sirva a los intereses más profundos de la humanidad.

 

 

Las opiniones aquí expresadas son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no necesariamente reflejan la posición de la Asociación Colombiana de Facultades de Humanidades y Ciencias Sociales, ni de su Consejo Directivo.

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